Al principio, García llegó a Míchigan como un trabajador inmigrante que venía desde Waco (Texas) a Alma (Míchigan) para recolectar fruta. "Para mí, fue una decisión sencilla: ¿Recolecto frutas en Texas a temperaturas de 100 grados o me mudo a Míchigan con la brisa fresca proveniente del lago Míchigan? Sí, por favor," afirma García.
Su oficina se esconde dentro de Holden Hall del lado sur del campus. Al entrar al centro de Servicios para estudiantes inmigrantes, la música y las pinturas inmediatamente transmiten una agradable vibra latina. La atmósfera cálida es valorada por los alumnos de nivel secundario que visitan la universidad para considerar las opciones que ofrece. Mientras García pregunta a cada estudiante sobre sus planes futuros, ellos escuchan con atención. Se expresa con una voz auténtica, y la conexión es inmediata, mientras se ríe y domina las transiciones entre español e inglés con gracia.
Entabla una conexión con ellos porque conoce de primera mano los desafíos que los estudiantes y sus familias han superado. "Abandoné la escuela secundaria. Tenía un profesor que me decía que era brillante, pero era muy estúpido para saberlo," sostiene García, que también presenció el discurso de Chávez en la MSU. "Él me ayudó a encarrilar mi vida para regresar a la escuela secundaria nocturna. Me gradué, estudié en la Universidad de Ferris State, trabajé en el Cuerpo de Paz de Paraguay, obtuve mi máster en la MSU y he permanecido aquí desde entonces."
Él y su equipo ayudan a los estudiantes actuales a sortear los desafíos de la educación superior y atraen a estudiantes potenciales de campos de inmigrantes y escuelas secundarias alrededor de los cerezales en Míchigan, los huertos de almendros en California y las plantaciones de tomate en Florida.
Para muchas de las familias que se reúnen con García, la universidad todavía representa un sueño lejano. Muchos de los padres lo entienden como un regalo que esperan darles a sus hijos, pero no saben cómo hacerlo realidad.
Con paso firme hacia la prosperidad
Sigifredo Morales, sin embargo, no duda en enviar a sus hijos a la universidad.
Morales vive entre los destinos turísticos de Saugatuck y South Haven sobre la costa oeste de Míchigan. Su casa y granero modestos se encuentran justo a la vera de un camino de tierra, rodeado por campos de arándanos. Varios campos de arándanos en el área son propiedad de latinos. La mayoría de ellos llegaron directamente a los Estados Unidos. Literalmente, se escaparon de una vida de pobreza para alcanzar la esperanza y la prosperidad y dejaron atrás las comodidades de la familia y los amigos mientras avanzaron con paso firme hacia promesas de prosperidad en un país desconocido.
Morales estuvo sin comida ni agua durante tres días mientras cruzaba la frontera hacia los EE. UU. Uno de sus compañeros se quebró la pierna, y Morales se enfrentó a una decisión difícil. "¿Quieres quedarte con él y que te capturen o quieres llegar a los Estados Unidos?" le gritó el líder del grupo.
Siempre recordará la cara de su conocido caído, pero eligió la libertad. Corrió y ha estado aquí desde ese momento.
Los días de semana, Morales trabajaba en una fábrica en Chicago, pero le atraía la idea de recoger arándanos en Míchigan los fines de semana. Con el paso de los años, obtuvo la ciudadanía, condujo entre la Cuidad de los Vientos y los campos de arándanos, y finalmente, ganó el dinero suficiente para renunciar a su trabajo en la fábrica, mudarse a Míchigan y comprar su propia granja.
David Mota-Sanchez, coordinador de la Iniciativa de Granjeros Latinos (Latino Farmer Initiative) de la MSU, conoce a Morales y a otros granjeros latinos en el área. Gracias a una beca del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (U.S. Department of Agriculture), Mota-Sanchez y su equipo trabajan con productores de arándanos para mejorar los procesos y las prácticas agrícolas. Ayudan a sortear las dificultades desde la plantación hasta la cosecha, lo que incluye el control de plagas y nutrientes, la seguridad de los trabajadores, la seguridad alimentaria y la gestión empresarial agrícola.